La monja sin rostro apareció con otro objetivo como prototipo para otra finalidad, al ser desechada, la monja se negó a ser eliminada, en vez de eso se perfeccionó para llegar a su forma final y brillar por si misma.
Su falta de rostro, que era en un principio para potenciar otros aspectos, se ha convertido en la valoración de esa misma carencia, creando a la vez una imagen tétrica de la ausencia misma.
Sus ojos intensamente delineados por ella misma crean la silueta de ojos que muestran el vacío mientras que su cuerpo estilizado y fibroso con arqueados pies y altos zapatos, muestran el erotismo y carnalidad de su ser, ocultos en mantos sagrados.
Bendeciré a quienes valoren esta curiosa ventana y rezaré perdón por los que se ofendan.
...en realidad. no, no voy a rezar. ofendanse libremente.
-Falco-
Capas:
hermosa!
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